Más de 20.000 kilos de papel, cartón y plástico que se desechan en Montevideo pasan cada mes por la planta Burgues de clasificación de residuos, en Casavalle, una de las cuatro que hay en la ciudad. Allí trabaja una treintena de clasificadores con apoyo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), la Cámara de Industrias, la Dirección Nacional de Medio Ambiente y la Intendencia de Montevideo.
Desde que comenzó a funcionar la planta, hace casi seis años, en el marco del Programa Uruguay Clasifica, se fijó la meta de que se convirtiera en cooperativa. Era el objetivo de las autoridades y también el de los trabajadores, que el sábado, finalmente, firmaron el estatuto de la nueva cooperativa. Ya lo presentaron ante el Ministerio de Educación y Cultura para que lo apruebe, y está previsto que comience a funcionar en agosto.
El nombre que eligieron sus integrantes fue Cooperativa de Trabajo Burgues, “para no perder la identidad de la planta Burgues”, dijo a la diaria Ramón González. Él es uno de los 32 cooperativistas y trabaja en la planta desde su creación.
Algunos de los recicladores, como él, ya se dedicaban desde antes a esa tarea, pero debían recoger los materiales con un carro o en bicicleta. Otros, todos de la zona de Casavalle, fueron seleccionados por el Mides para trabajar allí.